21 de julio de 2008

Los Ángeles



El concierto de los Ángeles fue más como una gymkana. Tras pasar con dificultades la frontera de Tijuana cogimos un tranvía que nos llevó hasta el hotel de San Diego en el que habíamos alquilado un coche. Allí quedamos con Sergio, el amigo de Manolo Crespo, que había contrabandeado con los instrumentos la noche anterior. El pobre llegó tarde a trabajar por culpa de los señores de la frontera.



Una vez enfilados en nuestro cochecito abordamos la siguiente preocupación. Avisar a Maurice de la Falaise, nuestro contacto en L.A. de que llegábamos más tarde de lo previsto. Estábamos tranquilos porque teníamos dos teléfonos suyos, la dirección de la sala y la dirección de su casa. Sólo estábamos inquietos por si él estaba preocupado o buscandonos, imáginabamos el mail atestado de mensajes preguntando por nuestra ubicación (je...) Lo que pasa es que las pistas de la gymkana estaban mal...y que las comunicaciones no iban bien. Un teléfono no daba señal y en otro sí, el problema es que el hombre que contestaba no se llamaba Maurice y que a la quinta vez que probamos desde todos nuestros teléfonos se le veía ya un poco irritadillo. Nosotros pensábamos: igual se está cruzando la llamada, vamos a probar otra vez, ahora con el tuyo Olav, ahora con el tuyo Juan, y venga a darle la brasa a este hombre... Hay que decir que el concierto en realidad no lo organizaba Maurice sino una chica llamada Scarlett que tiene una fiesta llamada "Hang the dj´s", Maurice era el intermediario entre ella y nosotros.

Cuando por fin llegamos a L.A fuimos al hotel a revisar nuestro mysace y mail en busca de señales, Maurice sólo había dicho que llamáramos al llegar o que fueramos a su casa, no teníamos idea de a qué hora era la prueba de sonido, así que como no encontrábamso a Maurice por ningún lado ni teníamos mensajes desesperados buscandonos decidimos ir a la sala. Cuando llegamos sólo había un grupo tocando y un portero que no tenía ni idea de lo que hablábamos, ni de quienes éramos ni nada, pero que hasta las 9 y media ni aparecieramos por ahí.

Bastante estupefactos ya decidimos encaminarnos hacia casa de Maurice. Nos parecía muy estrafalario todo y un poco fuerte, pero habíamos cambiado dos veces de país para llegar hasta allí y resistimos nuestro impulso de irnos a una playa con palmeras, dijimos: bueno, venga.... serán costumbres americanas. Al fin y al cabo L.A. es la tierra de las oportunidades! que no decaiga, chicos! Total, que allí nos encaminamos, primero le preguntamos a una vecina por Maurice de la Falaise, y nos dijo: yes, upstairs.... Y cuando íbamos a llamar al timbre, la puerta se abrió sola, y allí estába el mismisimo Maurice de la Falaise con un amigo y dos diademas en la cabeza diciendo Oh! aquí estáis, acababa de ver vuestro mensaje y os he llamado al hotel. No os preocupeis todo va a ir bien..... No hay prueba de sonido, es simplemente enchufaros y ya está. El equipo es muy bueno. A las 9 y media nos vemos allí. Además, conseguimos deshacer el entuerto de los números de teléfono: rascandose una oreja, Maurice nos dijo: lo siento, se lo dí mal...



Mucho más tranquilos, donde va a parar..... nos fuimos de nuevo a la furgoneta y allí dijimos: ¿qué hacemos descansamos o nos vamos corriendo al paseo de las estrellas? y por unanimidad decidimos terminar de agotarnos, sacar el mapa y buscar el paseo de las estrellas. Es que Gabi y Olav se iban esa misma madrugada y si no Gabi no lo iba a conocer. (Olav ya había estado).



A la vuelta de un paseo superexpress en una hora y cuarto llegamos a la sala, y cual no es nuestra sorpresa cuando en la misma puerta nos encontramos con Luis de Mondo Sonoro! Nos pareció una alucinación provocada por el cansancio, pero no, es que su novia es de allí y habían decidido venir a vernos. Ellos mismos nos informaron de que allí nadie sabía nada de lo nuestro.

En estas Juan, llamó a Maurice de la Falaise para comentarle que estábamos en al puerta y no podíamos entrar. Voy pronto, dijo, pero milagrosamente a los diez minutos llegó un tipo que nos hizo pasar y nos preguntó que si teníamos bateria, nosotros le contamos que la batería la ponían ellos, bueno, el otro grupo local que tocaba.



Al entrar conocimos a Scarlett, que era muy resuelta, rapidamente organizó todo, nos comentó que el grupo local tocaba en último lugar, que sólo podíamos tocar media hora y nos pidió ayuda para meter una escalera. Todos miramos al techo menos Juan, al que le prometió una copa más de bebida por su ayuda. Jo, si lo llegamos a saber los demás.....hubieramos ido todos corriendo.



Peeeero, los conciertos la verdad es que estuvieron muy bien. El sonido, pese a no haber probado, fue bastante bueno, y tocamos muy a gusto. Había algo de público que nos conocía y los que no, se lo pasaron muy bien, y hay que decir que con lo cansadísimos que estábamos tampoco nos vino mal tocar media hora. Maurice grabó todo y se le veía contento de vernos. Al final le cogimos cariño, pero hay que decir que eran bastante singulares todos. Al acabar descubrimos uan fiesta secreta en un patio trasero de la sala donde había una especie de Foto call por el que pasamos todos.



Y después al hotel, allí Olav y Gabi se ducharon y se fueron al aeropuerto, los demás dormimos a pierna suelta hasta el día siguiente que lo dedicamos al turismo, el dichoso cartel en la ladera de las colinas, el observatorio, el paseo de las estrellas otra vez, Santa mónica beach, un bañito de las chicas y una cenita en Koreatown, etc.... y hoy por la mañana hemos ido a pasear por las mansiones de Beverly hills a ver si se nos pegaba algo de lujo. Total otra vez estamos aqui en el aeropuerto para volver a DF, donde dormimos esta noche y mañana pa casita!



La matrícula de nuestra furgo



Las letras de Hollywood, al fondito...



L, que alguna vez tiene que salir



Camino al baño pacífico


A bucear!!



Las sirenitas



Adiós, Beverly

4 comentarios:

CeJota (ceja grande) dijo...

Pues nada, nada, ahora que ya habéis triunfado en las américas, descansad un par de días y como tenéis fresco el tema, dar un repasito a la piel del toro, juntos o separados, como mejor os cuadre.
Ah, y buen viaje!

HGHGHG dijo...

Qué pena que vuestra odisea americana toque a su fin...y con el este blog...ains...
Por cierto, bonito escote Belen ;)

Pável dijo...

Sigo con mi ronda de besos, Ana, Ana, Ana, Ana. Espero que aún tengas el collar de la cadena roja, jeje.

¡Belén! ¿Ya no duele el cuerpo por la caída? Deseo que no.

Ana, Ana, Ana, Ana.

Dios mío, no sé qué haré con esta obsesión.

Anónimo dijo...

Bueno bueno bueno! Me ha encantado esta entrada, Juan!
Ays, Belén es "no sin mis gafas de agua!!", como yo, jajajaja...
Pues nada chicos, seguid disfrutando lo poquito que os queda!!!!
De Los Ángeles a Madrid, a Barcelona, a ALBURQUERQUE!!! Nos vemos allí!!!
Anda que no tengo que contarte cosas, B.! Que seguramente de Alemania nada! Que me mandan cerca de donde estáis ahora! A Chicago!!!! Me cago de miedo ya...
Besos!!!