De excursión (versión Monja Enana)

Hoy hemos ido de excursión, como los elekanes ya habían ido a las pirámides de Teotihuacan, nos fuimos con Gaby por nuestra cuenta, bueno, por nuestra cuenta no, con guía que nos ha ido parando estratégicamente en todas las tiendas de souvenirs donde podría obtener algo de comisión.

Primero visitamos la Basílica de Guadalupe, tanto la vieja como la nueva. La vieja está llena de andamios (pero llena, llena) porque se hunde - es lo que tiene construir sobre un lago. Y en la nueva, como no se puede entrar con globos, la vimos un poco a salto de mata. Eso sí, bajamos a ver el manto de la virgen, que lo ves subido a una cinta transportadora, como la de los aeropuertos, y así nos evitamos las aglomeraciones.






Justo antes de entrar en el recinto de las pirámides, hicimos una parada en una tienda-museo donde nos explicaron las virtudes del Agave, que lo mismo sirve para obtener aguamiel, que papel, que puntas, fibras e incluso agujas enhebradas. En la foto, Ana haciendo como que se pincha (la foto nos la hicimos después de una degustación de tequila, pulque y mezcal, lo que la explica un poco)



Y, por fin, en las pirámides, nos dimos cuenta de lo queridos que somos por aquí. Una vez más, gracias a todos.



Tras atravesar la Calzada de los Muertos, nos dimos cuenta de que las pirámides son bastante más altas de lo que parece, así que nos encaramamos como buenamente pudimos por los estrechos y empinados escalones. Sin embargo (no hay foto) vimos a una moza que subía descalza por una rampa empedrada, triscando como una cabra, con ambas manos ocupadas. Una vez arriba, bajamos.






Y nada, que entre la prohibición de entrar con globos y la de los tacones, nos hemos quedado sin ver la mitad de cosas. Eso sí, nos ha dado mucho el sol y nos hemos puesto la mar de morenos.